La calidad del aceite se logra manteniendo su vitalidad y su esencia a lo largo del proceso productivo. Aunando los principios de la cultura tradicional con algunos de los avences de la moderna olivicultura conseguimos un aceite de excelente calidad, teniendo en cuenta algunos aspectos fundamentales como la forma y el lugar de almacenaje de la aceituna, el tiempo transcurrido entre la cosecha y la molienda y, por supuesto, la atención que se pone en la almazara para la obtención de un aceite de muchísima calidad.

Teniendo en cuenta el índice de madurez de los frutos y la climatología, OlivoVivo selecciona el mejor momento para, con recolecciones tempranas, obtener un fruto fresco y listo para ser convertido en aceite. Nuestro aceite siempre se comercializa dentro de su año natural.